" CUENTOS INFANTILES "
BOMBEROS A LA ORDEN
Tódos son Perros Bomberos.
- Que todos los bomberos (perros) se presenten en sus puestos ! (gritaba el Jefe).
- ! A la orden ! - Contestaban ellos.
Y en un Santiamen salieron los bomberos (perros) para apagar el incendio del gato Simeón, el de la tienda de juguetes.
- ! Nanggg... Nanggg... ! ! Paso el camion de los bomberos.
- ! Vamos... Agua por aqui ! Gritaba el jefe de los bomberos. - ¿ Donde está el gato Simeón ?
- Simeón grito desde el tejado: ! Aqui estoy ! ! Dios me libre de acercarme a un perro, por más bombero perro que sea !
- Pero cuando las llamas llegaban al tejado.... - ! ay ! ! ay ! ! mi pobre cola ya huele a chamuscada !
- Y la cosa se puso tan fea, que... ! zas !... se tiró..., mientras los bomberos perros, estaban esperándole.
- ¿ Que les parece si firmamos la paz entre perros y gatos ? Dijo al caer sobre la lona, gato Simeón.
- ! Hecho ! Gritaban los perros bomberos.
- ! Como se divertian ! en la tienda de juguetes del gato Simeón. Los perros bomberos se divertian con los juguetes. ! Pasame la pelota ! decia un perro bombero. Si amiguitos, ser bombero es una cosa estupenda. Los bomberos se ganan el cariño y la estimación de tódo el mundo.
F I N
PESCUECIN
Reinaba gran expectación ante la carrera que se iba a celebrar.
Era una larga carrera que se haria a través del campo. Estaban el "Mostachos" y su amigo haciendo cosas para que Pescuecin, la jirafa, no ganara, y desviaron una linea por donde, segun ellos, seria la carrera, que atravesaba un sembradio, para que Pescuecin, no pudiera pasar, y decidieron no darle su bolsa de provisiones.
Pero el conejito oyó lo que ellos malos, planeaban, y se dirijió a los corredores.
El conejito se entero y les rogó que donaran la bolsa de provisiones para la beneficencia. No le fue difícil convencerles, y cada uno de sus amigos le entrego lo que iba destinado a su sustento durante la carrera.
La carrera seguia. Y tódo el mundo pudo ver cómo los corredores se iban agotando al no poder reponer sus fuerzas comiendo, pues no habia frutos en el terreno recien sembrado.
Uno tras otro van quedando en el camino, caen desfallecidos, o han de abandonar. Pero he aqui que Pescuecin, gracias a la longitud de su cuello, pudo comer sin dificultades los frutos de los arboles.
! Y de éste modo se proclamó brillante vencedor y Ganador, recibiendo el Premio ! (una casa, dinero, y comida).
FIN
VAYA MARINERO
- ! No insistas !, le dijo el capitán (conejito) del barco al osito marinero. ! Hasta que no hayas limpiado toda la cubierta del barco, no podrás bajar a tierra.
El oso tuvo que conformarse; y se dispuso a limpiar la cubierta, pensando en el helado que se tomaria cuando terminara su trabajo.
- ! je, je, je ! rió el perrito (que trabajaba con el osito marinero). ! Vaya broma le voy a hacer ! Y le ato el pie izquierdo con una soga, al bote del capitan, que justo se iva a la costa.
A consecuencia de la travesura de su compañero, la lancha en la que iva el capitán del barco, arrastró al pobre oso.
- ! Socorrooo ! ! Socorooo ! gritó el oso, pero el ruido del motor de la lancha, no dejo oir los gritos del oso.
- Glub ! Glub ! Que me ahogo ! gritaba el oso marinero.
- ! Cuidado ! dijo una gabiota a la otra. - Ese marinero juguetón, nos va a mojar el vestido nuevo.
- ¿ Eh ? ¿ Que haces aqui ? dijo el capitan, muy enojado.
- ¿ No te dije que te quedaras en el barco limpiando la cubierta ? En castigo, voy a meterte en un calabozo. Vete nadando al barco !
Pero al alejarce nadando, el oso se dio cuenta de que unos gorilas atacaban al capitán. ! Tengo que salvarle ! grito.
Salto a la playa, el oso, y le dio un tremendo garrotazo a los dos gorilas.
- ! Uuuy ! grito uno de los gorilas. - ! Vaya chichón nos va a salir !
- ! Eres un valiente, osito ! dijo el capitan conejo.
El capitan, agradecido, premio al osito con un gran helado. Y cómo a él tambien le gustaban, se comio otro. El perrito fue castigado a limpiar la cubierta y a no comer helados en una semana.
FIN
LA BELLA DURMIENTE
En un pais lejano de fantasia, nacio una princesita en una claro dia.
Los reyes prepararon grandes festejos, invitando a las Hadas a su cortejo.
Pero la fiesta tuvo un amargo final, por haberse olvidado del Hada del Mal.
Furiosa ante el desprecio, llegó el bautizo y a la niña amenazó con un hechizo.
Dentro de quince años, hilando distraida, te clavaras la aguja y quedaras dormida.
Sucedio tal cómo dijo la hechicera, y sueño tuvo la servidumbre entera.
Pero fue el sueño tan largo y tan profundo, que durmieron cien años olvidados del mundo.
Un Principe viajero llega al castillo, que custodia el dragon Verdiamarillo.
Y tras un arriesgado y feroz combate, el Principe a la bestia por fin abate.
Besa el valiente, a la Princesa dormida, que ya sin maleficio, vuelve a la vida.
FIN
LOS GATITOS MARINEROS
Blanquete y Rubito eran dos gatos simpáticos y aventureros que tenian grandes deseos de conocer tierras diferentes al bosque en el cual vivian.
De manera que un dia se pusieron a trabajar junto a la orilla del lago, y construyeron una balsa para salir a navegar por mares desconocidos.
El dia de la parida fue fiesta en aquel bosque. Salieron a despedirles tódos sus vecinos: ! Hasta el seór zorro, que era el mas orgulloso del territorio !
Blanquete y Rubito desplegaron sus banderas, tomando rumbo desconocido en busca de nuevas emociones. Algun dia contarian las maravillas que esperaban descubrir.
Por la tarde llegaron a una isla poblada con altos árboles y grandes praderas. Salio a recibirles un Ratón alegre y saltarin, del que se hicieron amigos.
- ! Seré vuestro guia ! ofrecio el raton. ! Y los conducire a través de la isla para que conoscáis a mis vecinos. Me parece que les gustaran !, ! vengan por aqui !.
- ! Que animal tan raro ! dijo Rubito.
- ! Se llama Jirafa ! dijo el Ratón.
- ! Con ese cuello tan largo ! añadio blanquete. ! Necesitara una bufanda muy larga para abrigarce en el invierno.
- ! Y cuando le llegue la comida al estómago, estará ya fría ! dijo el ótro gato.
El raton se reia con tales ocurrencias.
- ! Mira... Rubito... Un caballo con pijama ! grito Blanquete, alborosado.
- ! No es un caballo, sino una Cebra !, aclaro el ratón. ! Vive en África y suele vérsele múcho en los Parques Zoológicos. - ¿ Verdad que es un bonito animal ?
- ! Muy bello y simpático ! dijeron los gatitos. ! Adios, señora Cebra !
- ! Caramba... que vecino tan grande ! dijeron los gatitos.
- ! Me llamo Elefante. Soy el animal mayor que vive en tóda la tierra. Tengo múcha fuerza y sé trabajar en el Circo.
- ! ¿ De veras ? ! exclamaron los gatitos. Y, llenos de asombro, se despidieron del Ratón, regresando en la balsa al bosque, donde contaron sus pasadas aventuras.
FIN
